Si tienes un perro, seguro que disfrutas mucho de algunas de las cosas que hace, como cuando sales con él a jugar y pasar un buen rato. Un miembro más de la familia, aunque seguro que hay detalles del comportamiento de los perros que te confunden, como el gusto que tienen por revolcarse en el barro.
¿Por qué a los perros les gusta revolcarse en el barro, charcos y demás?
Lo cierto es que hay diversas teorías acerca de esta cuestión. Hablaremos de las más aceptadas en la actualidad, que tienen que ver con la comunicación canina y el olfato de los perros.
Una de las hipótesis con las que se trata de explicar por qué los perros se revuelcan o se frotan tiene que ver con la comunicación canina. Al parecer, podría ser una manera de avisar a otros perros de que han pasado por allí, y que pueden conocerlo a través de su propio olor.
También se dice que puede deberse a que los perros identifican estos malos olores como premios, y se revuelcan para marcar su territorio y advertir a otros de que eso es de su propiedad.
Otra teoría habla de que en realidad podría ser todo lo contrario, y que esta práctica se remonta a los orígenes del perro, cuando aún era un lobo. En este caso el objetivo sería enmascarar su propio olor para pasar desapercibidos y así ocultarse de sus rivales o cazar sin que las presas los detecten.
Existen otras razones que podrían explicar el comportamiento de los perros cuando se van hacia lugares que a nosotros nos parecen desagradables. Por ejemplo, que no se sienten a gusto cuando los bañamos porque el aroma del champú que usamos elimina su “identidad” y quieren quitarse ese olor de encima, por lo que puedes notar que están nerviosos y buscan algún charco o algo parecido donde revolcarse.
Olfato en perros: la razón de este fenómeno
Como puedes observar, la explicación a por qué los perros se revuelcan en excremento y otras inmundicias tiene que ver con su olfato. Es cierto que el olfato de los perros está mucho más desarrollado que el de los seres humanos, ya que tiene 5 veces más receptores que nuestro olfato, aunque a diferencia del nuestro, su cerebro no tiene receptores que les indiquen si un olor es nauseabundo.
Esto también puede explicar por qué huelen los perros para hacer sus necesidades, buscando un lugar en el que tapar el olor de otros para marcar su territorio.
Los perros identifican olores que a los humanos nos parecen repugnantes tan solo como aromas intensos que les parecen muy atrayentes.