En los días de más calor podemos pasear con nuestro perro después del baño para que se seque al sol. Sin embargo, cuando hace frío tenemos que secar bien el manto de nuestra mascota para que no enferme.
Cuando se mojan, los perros se sacuden para eliminar el exceso de agua, podemos dejar que haga esto. Por lo tanto, nada más acabar con el aclarado, tenemos que utilizar una toalla y secar al animal a toquecitos.
En cuanto al secador del pelo, como ya sabrás es una herramienta muy práctica para acabar cuanto antes con la humedad, pero para utilizarlo con nuestros animales debemos saber antes un par de cosas importantes.
Veamos cómo secar a nuestro perro con la toalla y cómo hacerlo con el secador.
El secado con toalla
Las toallas nos ayudarán en un primer momento a eliminar el exceso de agua en el animal. Hay que usar una toalla que no sea muy áspera y que tenga el tamaño adecuado para cubrir todo el cuerpo del perro.
Si tu perro tiene el pelo largo, recuerda no secarlo haciendo movimientos bruscos con la toalla o le producirán enredos y nudos.
Es difícil secar por completo el manto de un animal utilizando solamente toallas, por eso, podemos ayudarnos de un secador de pelo.
Secador para perros
A los animales no les gusta el ruido del secador (ni de la aspiradora, como ya sabrás). Como no queremos que asocie el baño con algo negativo, debemos hacer todo lo posible por no asustar al perro durante el secado.
Si tenemos un secador que no hace demasiado ruido, genial. Pero, si no es así, tendremos que ponerlo a la potencia más baja. Iremos acostumbrando al perro a este ruido poco a poco, a toquecitos.
Recuerda, además, que la temperatura tiene que ser baja para no producir quemaduras al animal. Por otro lado, no acerques mucho el secador al cuerpo del perro, sécalo desde cierta distancia. Lo que puedes hacer es dar pequeños giros de muñeca con el secador de dentro hacia fuera.
El cepillado del perro
Entre el secado a toalla y el secado a secador debemos realizar un primer cepillado del pelo del perro para estirarlo y que sea más fácil de secar.
Una vez que el manto del animal esté completamente seco, volveremos a cepillarlo para desenredar nudos y eliminar pelos sueltos.